domingo, 12 de mayo de 2013

No regales tu trabajo, ni tu dignidad.

Hoy he leído una viñeta en la red social Facebook con la que me siento totalmente identificado y que comparto completamente.
¿Es correcto dejarse menospreciar por el empresario de turno? ¿Debemos regalar nuestras horas de trabajo para que otros hagan caja a nuestra costa? Definitivamente, no.
Diré no a aquellos que no valoren mi esfuerzo y todas esas horas de encierro en el local de ensayo componiendo y perfeccionando canciones.
Diré no a aquellos que, como excusa, dicen que no hay dinero y debemos comprender la situación actual para tocar gratis y "darnos a conocer" gracias a ellos, mientras ganan dinero gracias a nosotros llenándoles su local.
Diré no a aquellos que no valoran la música en directo y todo lo que ello conlleva y que son capaces de gastar el dinero en "personajillos" de TV que no tienen ningún mérito definido porque, según ellos, son más importantes y merecen mayor atención y reconocimiento.
Diré no a gastar más de medio día desmontando y montando instrumentos, probando sonido, tocando y de nuevo desmontando, sin mencionar el transporte de todo el equipo.

Podría ocupar cientos de líneas mostrando mi negativa a tocar gratis para otros, de estar en contra de perder la capacidad de sentir el más mínimo aprecio por lo que hago y por lo que soy.
Así que diré claramente que no. Me niego a ser utilizado para beneficio de otros, a no ser que sea para una causa benéfica y/o para ayudar a algún tipo de asociación u organización sin ánimo de lucro o, porque, en ese momento, necesite algún tipo de ayuda.

Si todos pusiéramos un límite en el propio reconocimiento de nuestro trabajo, los demás también comenzarían a ajustarse a ese límite que nosotros establecemos.
Ya sea tocando tú solo, con tu grupo o con quien sea, por muy poca vida que tenga tu proyecto musical, no te dejes engañar por los que ven en ti no solo un negocio, sino un cebo gratuito para atraer público a su local o establecimiento, a la vez que pisan tu esfuerzo y tu profesión.

Tengo la seguridad de que todos los músicos queremos salvar la música en directo, así que empecemos por esto. No regales tu trabajo y, en definitiva, tu dignidad.

                                                                  (Viñeta vista en Facebook)

sábado, 11 de mayo de 2013

De vuelta al blog, a pesar de las dificultades.

Cuánto tiempo sin escribir ni una sola letra aquí, sin reflejar todo lo que he vivido musical y personalmente en este espacio que, con tanta ilusión, creé para ello.
Cuántas cosas han ocurrido desde la última vez que publiqué una entrada. He vivido la experiencia de un certamen de bandas, he tocado dos veces en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia, he actuado en numerosos conciertos, procesiones, etc, pero no he escrito nada acerca de ello, cayendo tantas experiencias en el olvido.
Cierto es que, una de las primeras piedras que amedrentaron mi ilusión por contar mis experiencias en este blog fue el mal trago del certamen. El resultado no fue el esperado después de tanto trabajo y esfuerzo, pero tampoco es excusa. También es cierto que el curso actual me tiene muy ocupado y con la cabeza en otras cosas, lo que me impide la concentración y el poder sentarme ante el ordenador a escribir cosas como las que estoy escribiendo en este momento.

Me comprometo conmigo mismo, a modo de obligación, a no dejar tan abandonado el blog, a darle un impulso no dejando que se estanque de la manera que lo estaba haciendo.

Por delante tengo unos meses complicados, repletos de exámenes, diversas pruebas y retos académicos que me van a tener alejado del mundo de la música, pero no por ello me van a hacer abandonarla.

Es hora de volver a poner la máquina en funcionamiento.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Una semana

   Una semana queda para el esperado certamen nacional de bandas de la ciudad de Murcia. Ese temido concierto en el que un golpe mal dado puede echarnos a perder muchísimo trabajo.
Y es que son muchas las horas que le estamos dedicando a la banda, a las partituras y, en definitiva al certamen. Para ello tenemos que dejar a un lado otras cosas que también nos gusta hacer, a personas a las que ahora no podemos prestarle nuestro tiempo porque se lo hemos ofrecido a este acontecimiento musical.

Como ya he dicho, nos queda una sola semana. Semana cargada de ensayos, concretamente cinco, antes del certamen el próximo domingo 11 de Noviembre. Muchas horas todavía para sacarle punta a lo que de momento sigue pareciendo algo deforme, difícil, imposible.
La moral sube y baja, el cansancio solo sube. Necesitamos un impulso, fuerzas para poder llegar vivos al día 11 y poder hacerlo lo mejor posible, como nos merecemos, como se merecen las partituras que tocamos, como se merecen los compositores y, por supuesto, como se merecen las personas a las que no podemos prestarle nuestro tiempo por este concierto.
Interpretar mal las obras o hacer como si no fuera importante sería como un insulto a todo ello.

Hoy hemos realizado un concierto en el teatro Lope de Vega de nuestro pueblo, Mula, para probarnos fuera del local de ensayo, para poder rodar un poco las obras. Como público hemos tenido a familiares de miembros de la banda, ya que la intención era hacer de esta prueba algo íntimo, sin publicidad, con poca gente. La conclusión es que la semana va a ser larga y muy dura, pero solo nos queda una semana.




sábado, 3 de noviembre de 2012

Tener un referente

   Soy de los que piensan que el valor de tener un modelo o referente del que se pueda tomar ejemplo, motivarse, está cada vez más en alza, sobre todo si tenemos en cuenta la importancia de encontrar un oasis en este desierto que se encuentra en constante crecimiento.
Mi idea siempre ha sido poder fijarme en alguien, pero no para copiar, sino para tener abierta una puerta a la esperanza. Para saber que, por muchas desilusiones que podamos llevarnos, hay gente que sigue luchando por cambiar el mundo a su manera, que le gusta lo que hace y lo transmite a los que, aunque sea por un momento, les prestan atención.
Todo esto es algo que he hecho desde que era pequeño, pero siempre teniendo en cuenta de que cada persona es un mundo. Que yo soy yo y que lo que yo me proponga, con más o menos trabajo, puedo llegar a conseguirlo, pues otras personas demuestran que, con constancia y dedicación, se pueden alcanzar las metas.
He tomado de referencia como modelos a gente de la música, la enseñanza en general y ¡hasta en política! Sí, lo digo en serio, a veces solo necesitamos un minuto de atención para descubrir que, en cualquier campo, podemos tomar ejemplo aplicable a cualquier faceta de nuestras vidas. Aquí he dado con otra acción que está en peligro de extinción: la atención.

Haciendo referencia a todo esto, hablaré sobre uno de mis referentes musicales y pedagógicos, el percusionista santomerano José Alberto Abellán (Pepe Abellán), una persona que, con solo escucharle hablar, se puede percibir ese peculiar gusto por la música y por todo lo que hace.
Hoy he recibido mi primera clase de cajón flamenco impartida por él, algo que llevaba esperando desde hace tiempo. Mis ocupaciones me lo habían impedido hasta que, por fin, se ha encontrado ese hueco deseado.
Esta clase ha sido una inyección en vena de gusto por el cajón flamenco, por la música y por la enseñanza, además de poder tratar con una grandísima persona, cuya humildad y cercanía es de agradecer.



Al igual que el descanso, considero esencial mantener algún tipo de contacto con alguien que pueda transmitir energía positiva, que te ayude a seguir mejorando directa o indirectamente.
Tener claro que no hay límites, pero sabiendo que, a veces es necesario, un impulso con ayuda externa.
Partir de que no somos perfectos, pero sí moldeables, e intentar dar de vez en cuando un empujoncito a esa línea que marca nuestro límite temporal, pero siempre hacia el lado positivo.



Por cierto, os dejo un vídeo de Pepe Abellán tocando el cajón flamenco junto a Liron Man, intérprete de un instrumento singular llamado Hang.





miércoles, 31 de octubre de 2012

Presentación


Mi nombre es Pedro J. Ruiz.

Soy músico desde que mi madre me portaba en su vientre y me llevaba con ella a los ensayos de la banda de Música.
A los pocos años de nacer me colgué un tambor y acompañaba a la banda de música de mi pueblo hasta que supe llevar el ritmo y me hicieron un traje.
Desde entonces han pasado muchos años y muchas experiencias relacionadas con la música, habiendo quedado unas en el recuerdo y otras, por desgracia, en manos del olvido.
No tengo un curriculum musical envidiable, pero sí una historia relacionada con la música de tal forma que, después de que nos abandonásemos el uno al otro durante unos años nos volvimos a cruzar en una intersección en forma de grupo de música.
En mi memoria queda tocar los timbales en un desfile de Moros y Cristianos con unos 5 años de edad y actuar en el Teatro Romea con 6 años.
Mis actuaciones musicales giran alrededor de las dos formaciones que más ocupado me mantienen: Mi grupo de Rock "alapua" y la Agrupación Musical Muleña.

 



Todo esto sin olvidar a la otra banda con la que también suelo actuar, la banda de Pliego. Y también otras bandas con las que he tenido el placer de tocar, como la de Moratalla o la Orquesta Municipal de Cehegín.

He tocado en diferentes lugares de la Región de Murcia y de otras comunidades como Valencia, Castilla La Mancha o Andalucía. En sitios como el Auditorio Víctor Villegas o la Plaza de la Catedral de Murcia.

He compartido escenario con grupos de renombre como Narco, Hamlet, Los Suaves, Second, Etc.

No voy a contar con todos los músicos con los que he tenido el honor de tocar ni todos los lugares, ya que
el motivo por el que he creado este blog es para contar las anécdotas de cada una de mis actuaciones y no dejar que se pierdan en el tiempo. También para que los lectores puedan conocer todo lo que rodea a una actuación musical.

Espero que os guste. Y si no os gusta, pues, por lo menos, que se sepa el enorme trabajo que rodea a cada actuación y lo poco valorado que está el trabajo de un músico.

Saludos.